sábado, 25 de mayo de 2013

No hay cielo sin el Santo

Eso pudieron pensar miles de aficionados del Real Madrid este pasado viernes cuando vieron a Gabi levantar la Copa del Rey en el coliseo blanco. El Atlético de Madrid había ganado contra todo pronóstico y dejaba al equipo blanco sin títulos esta temporada.Y todo esto sucediendo mientras Casillas, San Iker, mira los partidos desde el banquillo. Nervioso, cabizbajo y yo diría que bastante triste, el capitán del Real Madrid y de la Selección Española ha pasado el último tramo de la temporada en el ostracismo, eso sí, nunca jamás deja de apoyar a sus colores y a sus compañeros pese a su situación.

Y es que el Madrid sin Santo no supo llegar al cielo, no quiero decir que si hubiera jugado Casillas y no Diego López el resultado hubiera sido distinto, Diego ha hecho un papel más que notable en el poco tiempo que ha protegido la meta blanca y es un grandísimo portero, pero no es el Santo.

Santo es el que resuelve un espectacular mano a mano con Arjen Robben en la final de una Copa del Mundo, el que se echa el equipo a la espalda en una tanda de penaltis tan importante como la de los cuartos de final de la Eurocopa del 2008, el que para una tras otras las embestidas del eterno rival en la final de Copa del Rey de 2011, el que saca un penalti en los cuartos de final de un mundial...y no es otro que San Iker Casillas.

Dejo el vídeo con la espectacular parada de Iker con el pie en la final del mundial. No me canso de verlo, el media final se ganó en esos segundos...



Y sin contar con un Santo pero si con un gigante belga de dos metros llamado Thibaut Courtois, el Atleti se llevó la final. El joven portero realizó varias paradas de gran mérito y los palos de su portería hicieron el resto, lo que consiguió desesperar al sector de ataque del Real Madrid.

Esa noche de viernes me alegré por la victoria del Atlético, los del Cholo trabajaron mucho el partido, bregaron todos los minutos que duró el encuentro y se encontraron con el premio. Me gusta el Cholo, me gusta como piensa y me gusta el proyecto que está llevando a cabo. Equipo muy compensado en todas las líneas, laterales de largo recorrido, músculo en el centro del campo no falto de calidad y delantera letal. Una plantilla compensada también a nivel de edad donde los jóvenes siempre tienen su oportunidad. Y por encima de todo, una mentalidad competitiva que asusta, impregnados del carácter agresivo y colectivo de Simeone, ganadores natos de finales, y espíritu continuo de superación. El día de la final afrontaban su reto más difícil: 17 años sin ganar un título nacional y 14 sin ganar al Real Madrid. Si juntamos todos estos ingredientes y la situación del Santo en el banquillo tenemos un resultado ganador. Reto conseguido. Madrid se tiñó de rojo y blanco. Enhorabuena campeones!!!

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